Concejal critica el nuevo contrato del estadio Nemesio Camacho El Campín
- njaveriana
- 6 may
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En la comisión primera del Plan de desarrollo y ordenamiento territorial este 29 de abril, el concejal José del Carmen Cuesta denunció problemas frente al billonario contrato.
Por: Santiago Alexander Pérez Lozano

El concejal de la Unión Patriótica, José Cuesta Nova, hizo duros cuestionamientos al billonario contrato para la modernización del estadio Nemesio Camacho el Campeón.
La principal crítica del edil es que mediante este proceso se está "privatizando" un bien público de alto valor para la comunidad. Además que en el proceso se están vulnerando los derechos de los trabajadores y del medio ambiente, porque durante el proceso de construcción no se priorizó este tema.
El concejal inició el debate presentando una carta de 1935 al alcalde de Bogotá de entonces, Carlos Arango Vélez, dirigida a Luis Camacho Matisse donde le pedía “la benevolencia y generosidad para la donación de los predios de la calle 57, con carrera 30 para la construcción del estadio sin tasar la cabida ni condiciones”.
Luego, Cuesta citó unos manuscritos sobre las obligaciones estipuladas en el año 1935. Según él, la ciudad se obligó a construir un estadio y sus dependencias que llevaría el nombre del estadio municipal Nemesio Camacho, el Campín.
Acto seguido, el concejal le preguntó al director del IDRD, Daniel García Cañón que van a cambiar el nombre del estadio. Para Cuesta esta es "una pregunta muy importante desde mi perspectiva del debate que reivindica la memoria viva en los pueblos, la memoria viva en la sociedades, la memoria viva de las comunidades y tiene una relación muy estrecha con el Campin".
En su intervención, el concejal criticó la desvinculación de Sencia con los trabajadores informales y dijo que los vendedores de maíz, papas fritas, agua, gaseosa o sándwich están por fuera del proyecto. Aseguró que esta es una "alianza público-Peñalosa" en alusión al exalcalde de la Capital.
Cuesta advirtió que los trabajadores han perdido la posibilidad de un actividad productiva. “Los trabajadores perdieron la posibilidad de trabajo digno, y ahora los señores, porque me lo dijeron a mí, particularmente cuando tuve la oportunidad de conversar con ellos, gracias a una invitación que me hizo en la comunidad, no están contemplados mujeres, y los hombres trabajadores del anterior Campín”.
Posteriormente, hizo un llamado al director del IPES Wilfredo Grajales Rosas, “para que se ponga la camiseta de estos compañeros y compañeras que merecen el tratamiento debido, para incorporarlos dentro del proyecto, porque si esto se han convertido efectivamente en un proyecto de carácter económico ahí hay un elemento de ética en términos económicos y es que también ustedes tienen que ser beneficiarios de las plusvalías que se dé en el nuevo modelo del desarrollo económico en el Campín”.
El concejal también criticó al Distrito, señalando, que la ciudad va a recibir muy pocos recursos frente al valor del proyecto. Según él, "el señor Enrique Peñalosa fue quien tomó la determinación y el curso de este proyecto y decidió entregárselo a sus grandes amigos, que representan los intereses del deporte en el plano nacional y en el plano transnacional”.
“Por eso yo aquí si realmente recalco, Bogotá necesita una clase dirigente que rompa con esa visión colonial. Entonces ¿le entregamos nuestras propiedades, nuestros recursos, nuestra riquezas al capital trasnacional? El Campín era una joya histórica, antropológica que tenía que ser puesta al servicio del desarrollo colectivo de la ciudad de Bogotá. Se le entregó a 21 empresas que hacen parte del consorcio y de la empresa SENCIA”, añadió el concejal.
Consideró penoso y burlesco que los dueños de los predios solo reciban lo siguiente un palco para 12 personas.
En otro momento, le preguntó al director del IDRD si ya se constituyó y se firmó la fiducia y de cuánto es el aporte de los fideicomitentes, y criticó el aumento de conciertos: “aumentaron de 6 conciertos a 24 en el año llegando a un aumento del 400%. Al final de cuentas el espacio estaba disponible, por si alguien se le olvidó, para la recreación y los deportes y principalmente el fútbol”.
El concejal también cuestionó la poca ambición para un estadio con mayor capacidad: “El estadio del deportivo de Cali, tiene 52.000 espectadores, estadio metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla 46.692, pero en próximos años 70.000 y el estadio Atanasio de Medellín 45.941, nosotros con toda esta vuelta con lo popular de acabar con el legado del deporte como fundamento de la salud pública todo para llegar a 45 mil y Bogotá queda exactamente en el cuarto lugar”.
Sobre las críticas de las hinchadas de Atlético Nacional, Millonarios y Santa Fe, Cuesta mencionó: “del Atlético Nacional critican la organización de las boletas en contra de las clases populares, no se socializan de manera cumplida ni amplia, las obras a realizar y sus implicaciones en previo para el deporte Bogotá, qué dice la guardia Roja sur y le dan su voz de protesta por la privatización del estadio, no se dio participación de la ciudadanía ni de las organizaciones deportivas o barras de fútbol en el futuro proyecto. Esto genera afectaciones a toda la comunidad, fútbol, fútbol, fútbol, fútbol Gallina gallinas, Blue se desconocieron a las barras en las decisiones exigen tener espacio al interior del estadio para la comercialización de sus productos, no están dispuestos a ser retirados de sus comercios informales del espacio público afuera del estadio”.
Además, advirtió que en El Campín desaparecerán los espacios verdes. Según el concejal del terreno de 174.000 metros cuadrados solo el 30% se destinará a actividades deportivas mientras que el 70% será aprovechado para fines comerciales. Además, dijo, desaparecen las 22 canchas de tenis y todas las áreas áreas de deporte al aire libre que acogían 2.000 deportistas.
Finalmente, Cuesta denunció que los vendedores de comestibles dentro del Campín fueron abandonados a su suerte: “más de 200 familias dependen de esta actividad y en enero de 2025, se le informó que no podrían continuar trabajando y el señor de Sencia que es un déspota Mire cómo va a dejar usted a personas que tienen 80 años sin trabajo, no aparecieron en el registro, por lo tanto no están en cuenta, o sea sinvergüenza se lo digo de frente no sinvergüenza elemental de ser humano, sensibilidad humana, otro dicho, vamos a buscar una mecanismo, no importa que la burocracia no haya incorporado en el registro a esta señora, y señores, que entre otras cosas son el pilar fundamental del sostenimiento de sus familias de sus hijas y de sus hijos”.



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