Desde Casanare hasta la élite del fútbol femenino colombiano: la historia de Norma Mendivelso
- santiagoalarat
- hace 19 horas
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Desde las canchas de su pueblo en Casanare hasta los escenarios del fútbol profesional, Norma Mendivelso ha construido su historia a punta de disciplina, talento y determinación. Hoy, con la camiseta del Real Santander, sigue soñando con vestir los colores de Atlético Nacional y jugar en el exterior.

En un pequeño pueblo del departamento de Casanare, una niña corría tras el balón entre un grupo de niños que apenas la dejaban tocar la pelota. Allí, sin imaginarlo, comenzaba la historia de Norma Mendivelso, una futbolista que con disciplina y pasión logró abrirse paso en el competitivo mundo del fútbol femenino colombiano.
“Inicié jugando fútbol con niños en una escuelita del pueblo”, recuerda con una sonrisa. Esa etapa, aunque difícil, fue el primer paso para descubrir que su talento tenía algo especial. No tardó mucho en hacerse notar: “Gracias a Dios, resalté y pude llegar a un equipo en Yopal llamado AFC, donde me acogieron muy bien.” En ese club comenzó a jugar con otras niñas, participó en torneos nacionales y representó a Casanare, abriendo así las puertas hacia el fútbol profesional.
Su carrera tomó un giro decisivo cuando conoció al profesor Spencer Uribe, a quien considera una pieza clave en su formación. “Él fue quien me ayudó a llegar al fútbol profesional femenino”, cuenta con gratitud. Desde entonces, cada entrenamiento y cada partido se convirtieron en oportunidades para crecer.
De todos los momentos vividos en la cancha, hay uno que Norma guarda con especial cariño: su debut profesional. “Ese día nadie lo olvida, incluso lo tengo tatuado”, confiesa entre risas. Fue el instante en que todo el esfuerzo, los viajes y los sacrificios cobraron sentido.
Jugar en la Liga Profesional Femenina ha sido una experiencia que la marcó profundamente. “Hay una gran diferencia respecto a los torneos juveniles. En la liga te enfrentas a la jerarquía y carácter de grandes jugadoras profesionales, muchas de selección Colombia o extranjeras”, explica. Cada duelo se convierte en una lección, una oportunidad para aprender y fortalecer su carácter dentro y fuera del campo.
Hoy, vistiendo los colores del Real Santander, Norma no deja de soñar. “Mi gran meta en Colombia es jugar con Atlético Nacional”, asegura. Pero su mirada va más allá de las fronteras. “Quiero irme al exterior, a un equipo grande, ojalá en Europa”.
Sin embargo, sus sueños no se limitan al balón. La futbolista valora la educación tanto como el deporte: “Terminé mis estudios y sigo mi vida deportiva. Sí se puede hacer las dos cosas, solo hay que esforzarse.” Por eso, su mensaje para las nuevas generaciones es claro: “Que no paren de soñar ni de trabajar. Que estudien y luchen por lo que quieren”.
Cuando habla del futuro del fútbol femenino en Colombia, su tono se vuelve reflexivo. “Falta apoyo de las directivas. Lo económico pesa mucho. Ojalá se den cuenta de que el fútbol femenino puede ser un proyecto a largo plazo y que inviertan en él.”
Mientras tanto, ella sigue entrenando cada día con la convicción de que su historia apenas comienza. Desde el potrero donde empezó a soñar hasta los estadios profesionales donde hoy brilla, Norma Mendivelso representa la voz de cientos de futbolistas que luchan por un lugar en el mundo del fútbol colombiano.



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