El concejal Juan David Quintero cuestionó en debate de control político las medidas tomadas frente a dos de los mayores problemas de Bogotá: las basuras y la inseguridad
- IVAN ANDRES RAMIREZ PERILLA
- 23 sept
- 3 Min. de lectura
Respecto al primer problema, se han encendido alertas por múltiples razones: desde la ausencia de un director en la UAESP (Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos), hasta el hecho de que el 12 de febrero de 2026 entrarán en libre competencia los contratos de aseo.

El concejal Quintero comenzó hablando sobre la inseguridad en Bogotá, enfocándose especialmente en una metodología llamada "grupos ciudadanos". Estos son uniones de vecinos que, en caso de que ocurra algo en su cuadra, puedan ayudarse entre sí. Quintero planteó tres cuestionamientos sobre esta metodología:
Problema semántico: No hay consenso sobre cómo se llama esta estrategia. La Policía los denomina zonas seguras, las alcaldías locales los llaman frentes de seguridad y otros los conocen como grupos ciudadanos. Esta falta de claridad genera confusión, especialmente al intentar identificar cuántos grupos existen. Desde la perspectiva de cada entidad, los números varían.
Definición y reconocimiento: ¿Qué significa exactamente ser un grupo ciudadano? ¿Cómo pueden los ciudadanos obtener ese reconocimiento formal y qué condiciones deben cumplir? Según Quintero, hay un exceso de burocracia que impide su correcto funcionamiento.
Desconexión institucional: Existe una brecha entre lo que los grupos necesitan y lo que reciben. Por ejemplo, muchas personas se sienten más seguras con una alarma, pero la dotación que se compra pueden ser motos. Otro caso mencionado en el debate fue el de unos ciudadanos que pedían la demolición de un parque infantil cercano a una "olla" (punto de venta de drogas). En la opinión de los ciudadanos era muy mala idea habilitar el parque pues solo generaría más inseguridad. Además, surge la pregunta: ¿Quién debe liderar estos grupos, la Policía o las alcaldías locales?
¿Pero qué tiene que ver esto con las basuras? Los grupos ciudadanos son una medida local para combatir la delincuencia, la cual, según Quintero, muchas veces es causada por la mala disposición de las basuras, los horarios inadecuados de recolección, la falta de cultura ciudadana, y la facilidad para robar y vender basura a bodegas de reciclaje y comprar drogas, todo en la misma cuadra. En otras palabras, la culpa de la inseguridad no recae únicamente en la UAESP, sino también en los ciudadanos, los recolectores, la Secretaría de Integración Social y la administración en general.
Para ilustrar su punto, Quintero trajo a tres ciudadanos que compartieron sus experiencias como integrantes de grupos ciudadanos. Este medio tuvo la oportunidad de hablar con uno de ellos, al finalizar el debate. En su intervención, mencionó la falta de acompañamiento de la Policía y de las alcaldías locales en el sector de Los Mártires, donde madres deben atravesar zonas de alta peligrosidad para llevar a sus hijos a la escuela. Al terminar el debate, expresó que su caso fue ignorado y que, aunque se habló del tema, no se llegó a ninguna solución. También recalcó que no quería hacer declaraciones sobre los alcaldes locales, ya que en su experiencia no habían brindado ningún apoyo.
El secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, César Andrés Restrepo Flores, intervino de la siguiente manera: afirmó que el problema semántico no existía, y que todos los términos se referían a lo mismo, aunque matizó que los grupos ciudadanos están más orientados a la participación, mientras que los frentes de seguridad y las zonas seguras apuntan más a la cooperación.
También dijo que la tecnología no es sinónimo de seguridad, y que actualmente el enfoque está en la reconstrucción del tejido social, la confianza hacia la Policía, y la confianza desde la institución hacia la comunidad. Y al igual que Quintero, resaltó el concepto del “gobierno de la cuadra” como una solución efectiva, aunque poco probable. Según él, sería mejor si se pudiera aplicar a cinco cuadras.



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