Sebastián Ávila, 20 años y toda una vida dedicada al fútbol

Esta joven promesa bogotana, de las inferiores de Santa Fe F.C, va a jugar en el reconocido torneo "La copa Trinche".

Uno de los nuevos talentos formados en Santa Fe es Sebastián Ávila, que sigue soñando con llegar al torneo profesional colombiano.

En entrevista con Aldeamq.info Sebastián comentó algunas cosas acerca de su paso por la cantera del equipo capitalino. Mencionó que al ser seleccionado para pertenecer a las divisiones inferiores del cardenal sintió un orgullo inmenso por pertenecer a una de las instituciones más grandes del país.

Allí aprendió acerca de cómo trabajar en equipo, tener disciplina, constancia y amor por lo que uno hace en el día a día.

El bogotano dice que estar allí cambió su vida radicalmente debido a su cuidado con la alimentación. Apenas entró a las inferiores se enfocó más en ejercicios que potenciaban su calidad dentro del campo y sobre todo esa experiencia le ayudó a adquirir nuevos hábitos e incluso una mejor disciplina.

Sebastián declaró acerca de su presente en la copa Trinche: "Siento que la diferencia entre la Trinche y las divisiones menores de Santa Fe está en la experiencia. En la Trinche uno se enfrenta a jugadores ex profesionales, incluso a algunos que todavía son profesionales, y que toda la vida se han dedicado al fútbol pirata, que básicamente es cuando a uno le pagan por jugar partidos.

La experiencia de esos jugadores se nota mucho, especialmente en la forma de hacer tiempo y en todas las mañas que tienen. Creo que esa es la principal diferencia. Ahora, algo que sí es favorable en las divisiones menores es el ritmo de juego, que es mucho más alto. En cambio, en la Trinche el ritmo es más calmado, más pausado".

Ya finalizando, Sebastián relató cada uno de los torneos que le ayudaron a formarse como futbolista semi-profesional donde se destacan algunos torneos representativos como Liga de Bogotá, Torneo Federativo, Torneo sub 15, Torneo sub 17, Torneo del Olaya Herrera y por último la copa Trinche.

Sebastián le dedicó unos agradecimientos a su familia y amigos. Para él, ellos fueron su pilar fundamental para mantener los pies en la tierra, sobre todo para no dejarlo de intentar nunca ya que la salud mental a veces le jugaba malas pasadas. Sin embargo, siempre estuvieron sus familiares y amigos para impulsarlo a seguir intentando su sueño.