Una verdad incómoda
- psofiarodriguez
- hace 5 días
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Actualizado: hace 4 días
La búsqueda de la verdad por parte del periodismo es lo que nos muestra la película Spotlight, una trama en la que un grupo de periodistas investiga un caso rodeado de polémicas, alianzas e incomodidades.

"En primera plana" es una película estrenada en 2015 y dirigida por Thomas McCarthy. Cuenta la historia de la unidad de Spotlight del Boston Globe, un grupo de cuatro periodistas que investigan un caso de abusos sexuales masivos por parte de sacerdotes de la iglesia católica. El filme está basado en hechos reales y logró dos premios Oscar en 2016 a mejor película y mejor guion original.
En la narrativa, existen algunos rasgos de la acción periodística, como la investigación de datos, la entrevista a diversas fuentes, la recopilación de archivo y, algo primordial, la sensibilidad periodística. El equipo se pone en acción, investigando un caso del que se había dejado de hacer seguimiento. Ahí es cuando se encuentran con una oleada de información, en la cual es fácil perderse si no se priorizan datos. En un momento, se ve la frustración por querer sacar a la luz y publicar acusaciones para desenmascarar a un solo sacerdote, esta es una necesidad de proyectar hacia el exterior. Pero, gracias a la dirección del editor, se decide por atacar al sistema, sacrificando una publicación inmediata por una noticia con argumentos que pusiera en evidencia a varios sacerdotes.
Cada periodista tiene un rol y una función específica. Para no cruzar tareas, hay quienes se encargan de entrevistar a víctimas, otros recopilan archivo y digitalizan información y otros buscan fuentes clave, yendo a juicios y a la corte. El equipo se organiza de tal forma que todos aportan y se complementan; pero no solo en pro de la historia, sino también entre ellos. El ejercicio profesional no está exento de los problemas humanos, y un equipo es aquel que se muestra solidario aún en las crisis y afanes. La verdad, aunque incómoda, se busca de forma constante, privilegiando el carácter independiente de la unidad. Los periodistas marcan distancia con instituciones como la iglesia y, gracias a ello, logran convencer a una audiencia de que sí pasó.
Sin duda, la ambientación de la película es clásica: es común ver a los periodistas tomando notas a mano y contestando en teléfonos de cable. Algo difícil de imaginar en la actualidad. Aunque las herramientas hayan cambiado, la esencia debería ser la misma: contar una historia con una intención, denunciar un delito y buscar la verdad. Esta última, enredada en una maraña, en la que hay que tener ojo de detective para no caer en engaños ni apariencias. Por esta razón decidir lo que se va a colocar en las ediciones finales es crucial, es una interpretación, en el que el titular se convierte en una puesta en escena.
Algo que llama la atención es la capacidad para hacer preguntas y sobre todo las preguntas correctas. Hay momentos en que, a pesar de tener hambre de información, hay que retirarse para no agobiar a las fuentes. También, hay momentos en los que es necesario confrontar. Definitivamente la película es una lección de buen periodismo y muestra lo frágiles que pueden llegar a ser los periodistas. Pero también nos enseña que la búsqueda de la verdad lleva tiempo, puede poner en riesgo y es incómoda de digerir pero necesaria de escuchar.
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