"Las mejores historias no siguen la corriente": José Guarnizo
- psofiarodriguez
- 12 ago
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En entrevista con Aldeamq.info, el periodista, cofundador y director general del medio independiente Vorágine, exploró su trayectoria en el medio periodístico. Esta es su historia.

La historia de José Guarnizo empezó a contracorriente en la carrera de derecho, pero con delirios de pintor. No fue hasta sus veinte años, al leer un libro de Germán Castro Caicedo, que pensó en ser periodista para parecerse a él. Se graduó de la Universidad de Antioquia; aunque su plan original fracasó, el proceso lo llevó a encontrarse consigo mismo. En los últimos veinte años ha aprendido a escribir cada vez mejor para poder contar una buena historia.
El trabajo más importante de su carrera ha sido en equipo con Nicolás Sánchez y Angélica Penagos, denominado "Chiquita Republic", un cubrimiento de los juicios en contra de empresarios bananeros en Colombia y Estados Unidos por presunta financiación de las Autodefensas Unidas de Colombia.
Entre las investigaciones más representativas de Guarnizo están: "Dimar Torres: el crimen al que quisieron echarle tierra", un especial al que dedicó más de un año, sobre la ejecución extrajudicial de un firmante de paz de las FARC. Gracias a ese trabajo, obtuvo en 2020 el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en reportaje de texto.
También desarrolló la historia "El operativo del Ejército manchado con sangre de civiles", una historia hecha en Vorágine sobre la masacre de Alto Remanso en Putumayo. Y “Las tumbas numeradas de Acandí tenían nombre”, un trabajo sobre el naufragio de un bote con africanos migrantes en las costas de Chocó, que dejó veintiún cruces en el cementerio de Candi sin nombre; tras un año de investigación se logró encontrar los nombres de al menos once migrantes enterrados.
"La curiosidad es la cualidad más importante de un periodista", dijo Guarnizo, para quien la clave fue buscar aquello que no busca todo el mundo. Su éxito no se trató de saberlo todo, sino de tener la curiosidad de no saber y aceptarlo, para emprender una búsqueda y poder saberlo. Además, como consejo a los nuevos periodistas, resaltó la importancia de especializarse en algo, de casarse con un formato y dedicarse a él, perfeccionar la técnica hasta ser el mejor.
Durante la conversación, Guarnizo señaló que el periodismo, es ante todo, un servicio social. Comentó con preocupación que muchos profesionales del oficio olvidan que su labor principal es servir a la comunidad. Además, enfatizó que el periodista no es un simple transmisor de hechos, sino un intérprete de la realidad desde una perspectiva humana. "No podemos ser indiferentes al sufrimiento humano o a las injusticias, eso no nos convierte en activistas, sino en periodistas conscientes", afirmó.
Con respecto a la noticia, Guarnizo destacó el valor de confirmar los hechos. Y aunque nombró a la noticia como parte nuclear que invita a entender la función personal del periodista de ir a contrastar los hechos, comentó que después de la noticia vienen géneros más complejos, en los que esta es solo un insumo.
Finalmente, reivindicó el lugar del periodista que siente el dolor de los demás, que se involucra emocionalmente con lo que narra y que entiende que la empatía no es una debilidad, sino una responsabilidad emocional. Con esta postura, Guarnizo admitió que el periodismo ha sido un modo de vida que lo ha ayudado a entender el mundo y contar historias que no sigan la corriente.



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